Soneto para un amigo
Al poeta Héctor Higinio PIcallo
La primera impresión fue de arrogancia
gigante te mostrabas al enano,
pero pronto te vi como un hermano
luchando contra el mal de mi ignorancia.
Y tu palabra calma, tu constancia,
eran el ejercicio cotidiano,
la vida con el lápiz en tu mano
mostró de la poesía su elegancia.
Hoy ya puedo contar en mi inventario
con la amistad que viste tu nobleza
y al cofre en el que guardo mi riqueza
lo van llenando documentos diarios
con versos que transmiten la belleza
que ha de heredar un mundo libertario.